Natalia se ha ido a Londres para aprender inglés, a la aventura. Se ha ido un mes con la idea de quedarse más tiempo si encuentra algo interesante allí. Ahora mismo va a coger el tren para llegar a su hostal. Su plan era hablar un poco con el señor de la taquilla, pero nada, era una taquilla automática. Ahora va en el tren. Todo el mundo está mirando el móvil, o un libro, o por la ventanilla. Le da vergüenza acercarse a alguien para darle conversación. Pasa media hora en el tren, sin hablar con nadie. Ahora está en su hostal. Sí, ha hablado un poco con la recepcionista, pero lo justito. Ya lleva en Londres como cuatro horas y apenas ha dicho cuatro palabras en inglés. Se empieza frustrar y sale a dar una vuelta. Llega a un pub. Se sienta. Pide una pinta. Esas chicas de ahí parecen majas. Se arma de valor y se acerca a hablar con ellas. Ni caso. Un chico la ve y la saluda desde el fondo de la barra. Se acerca y le dice: «Eres española, ¿verdad? Soy Miguel, de Cuenca». Natalia y Miguel se toman unas pintas y se hacen amigos inseparables. Ahora sí, eso de hablar inglés como que no… Un mes más tarde Natalia está de vuelta en España. Lo ha pasado muy bien y ha conocido a mucha gente. La mayoría españoles. Toda una experiencia, sí. Pero sigue siendo incapaz de mantener una conversación en inglés. Cada vez que sus amigos le piden ayuda con el inglés porque saben que ella ha vivido en Londres, se muere de la vergüenza.
No hay lugares mágicos
Hay gente que cree que irse a otro país a aprender inglés es como una especie de viaje espiritual del que vuelves bilingüe sin haber hecho apenas esfuerzo. Y no. Lo sentimos, pero la realidad no es esa. Irte fuera no va a hacer maravillas por ti si no tienes un plan y, sobre todo, si no tienes la actitud adecuada. Entonces ¿cuál es el mejor país para aprender inglés? Nuestra respuesta es que cualquier país, incluido tu país natal, puede ser el mejor (o el peor) lugar para aprender inglés. Porque todo depende de tu actitud, de tu esfuerzo y de tus ganas. No hay lugares mágicos, no. Para acabar hablando inglés la única clave es trabajar duro y ser constante, estés donde estés. Lo único que funciona es dedicarle tiempo todos los días y exponerte al inglés todo el tiempo que puedas.
En España
¿Que te quieres que dar en casa? No hay problema. No tienes que irte fuera para aprender inglés si no puedes permitírtelo. De verdad, no es imprescindible. Aquí hay cientos de opciones: intercambios, inmersiones con angloparlantes, cursos, estudio autónomo con libros o en internet, etc. Siempre que tengas el empeño y los recursos adecuados, puedes aprender inglés en tu propio país.
En cualquier país angloparlante
¿Qué te apetece irte fuera y puedes permitírtelo? Hazlo. También es una opción maravillosa; podrás empaparte de la cultura y eso te ayudará a entender mejor el idioma. Eso sí, no pienses que vas a aprender por arte de magia, ni que vas a estar hablando inglés todo el día nada más llegar. Eso no va a pasar a no ser que te lo propongas de verdad y te empeñes en llevarlo a cabo. Vayas donde vayas, habrá más españoles. Y lo más probable es que te acabes juntando con ellos, porque la tierra tira cuando estás lejos. Si estás fuera, donde sea, vas a tener que esforzarte igual para perder la vergüenza y comunicarte en inglés más allá de las típicas gestiones cotidianas de comprar el pan o ir a la farmacia. De nuevo, la clave para lograr el éxito no está en el lugar en el que estés, sino en ti: en tu empeño y en tu actitud.
¿Y los acentos qué?
¿Es mejor el americano o el británico? ¿El británico del sur o del norte? ¿Es mejor ciudad o pueblo? ¿Centro o afueras? No te compliques. Es verdad que a algunas personas les cuestan más unos acentos que otros, pero todo es relativo. No hay un acento fácil y otros difíciles. Es más, todos son difíciles de entender si no tienes costumbre de oírlos; ningún angloparlante va a hablarte tan claro en la vida real como lo haría tu profesor o profesora de inglés, así que todos los acentos te van a resultar raros al principio. Nuestro consejo es que te expongas a todos los acentos que puedas; así, podrás entender a mucha más gente.
En resumen...
No hay un país mejor que otro para aprender inglés, de forma que no importa dónde te vayas; ni siquiera importa si no te vas a ningún lado. Lo único que importa que le dediques muchas horas a tu aprendizaje, a trabajar la comprensión auditiva y a expresarte en inglés lo mejor que puedas. Y, si estás dispuesta o dispuesto a esforzarte, eso lo puedes hacer en cualquier lugar del mundo.
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